Experiencia y profundo conocimiento de la ley y el mundo empresarial.
En Díaz-Saavedra & Yánez Abogados, destacamos en derecho concursal. Desde la gestión de concursos de acreedores hasta la aplicación de la ley de la segunda oportunidad y la exoneración de pasivos insatisfechos, nos comprometemos a proteger tus intereses financieros y empresariales.
Con más de 95 años de experiencia, en Díaz-Saavedra & Yánez Abogados hemos acumulado un amplio conocimiento y una sólida trayectoria en el ámbito legal, brindando soluciones efectivas a nuestros clientes desde 1925.
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Encuentra respuestas a tus preguntas sobre Derecho concursal en nuestras FAQ. En Díaz-Saavedra & Yánez Abogados estamos aquí para ayudarte.
Este proceso consiste en una acción legal iniciada por un individuo o corporación que se declara incapaz de cumplir con sus obligaciones financieras, solicitando la intervención de un Juzgado Mercantil.
La finalidad de declararse en concurso de acreedores puede ser encontrar una salida para restablecer la solidez financiera de la entidad. El papel del Juzgado Mercantil en estos casos es coordinar los intereses de todas las partes implicadas para alcanzar una solución justa conforme a la ley. Así, mientras que el deudor busca preservar la operatividad de su negocio o considerar su liquidación, los acreedores aspiran a recuperar los montos adeudados.
Dentro de este contexto, se pueden acordar reducciones de deuda, reestructuraciones de crédito, fijación de nuevos plazos para el pago o incluso la disolución de la empresa.
La apertura del concurso de acreedores ocurre cuando el deudor o alguno de los acreedores presenta una solicitud ante el órgano judicial competente, y este último procede a admitirla para su procesamiento.
La conclusión del proceso de concurso de acreedores puede darse bajo varias circunstancias:
Cuando los activos de la empresa son insuficientes para cubrir los costos del procedimiento concursal, buscando soluciones alternativas. Los procesos de concurso de acreedores pueden extenderse hasta un máximo de cuatro años; sin embargo, es más común que estos procedimientos se resuelvan en un periodo que varía entre seis meses y un año.
En el orden de prelación de pagos de un concurso de acreedores, los primeros en ser satisfechos son los créditos contra la masa, es decir, aquellos que emergen tras la declaración de concurso. Entre estos se incluyen los honorarios de los administradores concursales, los salarios más recientes de los empleados y las compensaciones por despido.
Después, se atienden los créditos con privilegio especial, entre los cuales se encuentran habitualmente las hipotecas y los salarios e indemnizaciones pendientes.
Finalmente, los proveedores se posicionan al final en la lista de pagos dentro del concurso de acreedores. Es poco probable que las multas, las penalizaciones y las deudas con accionistas o socios sean compensadas.
Un abogado especializado en Derecho Concursal posee la experiencia y los conocimientos necesarios para manejar procedimientos de concurso de acreedores, reestructuraciones empresariales y la reclamación de deudas. Con una sólida formación en derecho mercantil y concursal, estos profesionales están capacitados para intervenir en una amplia variedad de situaciones de insolvencia.
Ofrecen asesoramiento en la fase pre-concursal con el objetivo de minimizar gastos innecesarios, buscar soluciones extrajudiciales que protejan los intereses del cliente en la gestión de sus deudas, y, si resulta necesario, guiar a través del proceso de concurso de acreedores de la manera más favorable posible, priorizando la recuperación y continuidad del negocio.
Además, estos abogados pueden actuar como administradores concursales y defender la exoneración de responsabilidad de socios y administradores, asegurando una gestión eficaz y conforme a la legalidad en situaciones de crisis empresarial.
Cuando una organización o persona se ve en dificultades para satisfacer sus compromisos económicos, ya sea por insolvencia o por la necesidad de reorganizar su estructura empresarial, se hace imprescindible el consejo de un experto en derecho concursal. Un profesional con especialización en esta área del derecho está capacitado para orientar a los afectados a lo largo de todo el procedimiento, proporcionando asistencia para identificar y aplicar las medidas más adecuadas.
El concurso voluntario se da cuando el propio deudor, sea este una entidad corporativa o un particular, toma la iniciativa de iniciar el proceso concursal, admitiendo su estado de insolvencia. Por otro lado, el concurso necesario ocurre cuando son los acreedores quienes piden la apertura del procedimiento concursal debido a la incapacidad del deudor para liquidar sus obligaciones financieras.
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Laura Almánzar